Como artista, es fundamental proteger nuestras creaciones, así que debemos asegurarnos de que se reconozcan como nuestras. El registro de las obras de arte funcionan como una herramienta valiosa para lograrlo. Sabemos que suena tedioso, pero la neta tiene muchos beneficios y no es tan difícil como tu crees que es.

Protección contra plagio y uso indebido

Al registrarlas, te da evidencia legal de que eres el mero mero, y con eso puedes hacer lo que se te plazca con tu obra. Por otro lado, la protege de otros que quieran apropiarse o alterarla. Imagínate que alguien tome tu creación, le haga mil cambios y que empiece a gritar a los 4 vientos que él es el dueño.

Pinta un cuadro bien chido, que te costó un montón hacerlo y lo compartes en tu Insta para que tu tía, la que te sigue, vea lo que hiciste, así sin registro, fácilmente alguien podría guardarlo y presentarlo como suyo. ¿Acaso eso es justo? El registro te respalda contra esta situación.

El registro también te abrirá las puertas: para exposiciones, vender tus obras o licenciarlas para su reproducción.

Este registro te ayuda a conseguir beneficios económicos por su uso. ¿Qué te parece conseguir billetes por tus obras? Imagínate esto, eres fotógrafo y alguien quiere utilizar una de tus fotos para lo que sea, una campaña publicitaria. Con este papel, tienes que recibir sí o sí dinero para su uso. Ni modo, papelito manda.

Registrar tus obras de arte es una inversión en tu legado como artista. ¡No dejes de proteger y compartir tu talento!

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